Disuelve la levadura en agua tibia para activarla, y déjala reposar durante 10 minutos. Aparte, combina la harina, la sal y la avena en un tazón; vierte la levadura activada y mezcla bien. Forma una masa y añade 1 taza de semillas de girasol, la miel y la mantequilla. Mezcla hasta obtener una preparación suave y pegajosa. Vierte la masa en un tazón previamente engrasado, cúbrela con plástico auto adherible y déjala reposar durante 2 horas en un ambiente cálido. Precalienta tu horno a 180ºC. Extiende la masa sobre una superficie ligeramente enharinada, forma un rectángulo y pon el rollo; cúbrelo y déjalo reposar durante 1 hora. Pasado el tiempo, espolvorea el resto el resto de las semillas sobre el pan y hornéalo durante 5 minutos. Cuando éste listo, retíralo del horno y déjalo enfriar durante 10 minutos. Desmóldalo, córtalo en rebanadas y disfruta.