Forre un molde grande con papel pergamino. Precalentar el horno a 180C. Basado en una recomendación de remojar la avena para hacer más fácil de digerir, tome una taza de avena y cúbrala con el agua de coco y 1/2 taza de agua y dejar reposar durante una hora.
Mezclar los huevos, yogurt, miel y mantequilla hasta que quede bien mezclado. Añadir todos los ingredientes restantes y mezclar hasta que no queden grumos. Separe las hojuelas de avena remojada con un tenedor si es necesario. Vierta la mezcla en el recipiente preparado y hornear por 35 minutos. Refrigere al menos 4 horas, para que la mantequilla de semilla de aceite de coco y girasol puedan solidificar. Cortar en 2 rebanadas 2.5 x 5cm.